Ecc cómics publica, en una excelente edición de lujo, el primer tomo de las aventuras, escritas por el reputado Garth Ennis, del rebelde y malcarado John Constantine, un tipo de vuelta de todo que en esta ocasión deberá enfrentarse a su mayor enemigo. Una oportunidad magnífica para recuperar una de las cumbres del cómic de la década de los noventa de la línea Vertigo.
La muerte de Gwen Stacy fue probablemente el fin de la inocencia para los desprevenidos lectores de cómics de Spider-Man. Pero sin duda, la definitiva entrada en la vida adulta de los superhéroes (y de los lectores) vino a continuación, durante la mitificada Bronze Age. En ese periodo, Jim Starlin sorprendió a todos narrando la muerte del Capitán Marvel a manos de un archivillano invencible… un cáncer terminal. Ahora, el prestigioso guionista irlandés Garth Ennis plantea algo parecido en su excelente revisión de las aventuras (o mejor disco desventuras) de Hellblazer. El mismo escritor, en un interesante prólogo que acompaña esta magnífica edición, confiesa que la idea surgió tras una crisis creativa, abrumado por la responsabilidad de tener que escribir uno de sus títulos favoritos de toda la historia del cómic: “¿Qué le podía hacer a Constantine que no se le hubiera hecho antes? Y entonces empecé a pensar (…) y una línea de acción se impuso a todas las demás: matarlo”.
Algún día tenía que ocurrir: durante demasiado tiempo John Constantine ha fumado despreocupadamente un Silk Cut tras otro, como si no hubiera un mañana… Ahora, se ve a sí mismo merodeando como un walking dead por el área de oncología de un hospital público, tratando de aceptar su horrible destino. Son sin duda algunas de las páginas más dolorosas del reciente cómic norteamericano: un viaje al infierno en toda regla, para el que no parece haber redención…
Pero lógicamente aquí nada es lo que parece. Al fin y al cabo, Ennis es un iconoclasta del cómic. Sus guiones están siempre repletos de violencia, angustia existencial y personajes más allá de toda moral. Pero también de originales requiebros narrativos. Así que el irlandés se las ingenia, con la complicidad de Will Simpson como dibujante más destacado, para ofrecernos un cóctel de depresión, tristeza, recorridos dantescos y catarsis existencial (neo)shakesperiana. Paradójicamente, un nuevo Constantine resurge ante nuestros ojos después de enfrentarse a la prueba más dura, un hombre inesperadamente frágil, hasta tierno, capaz incluso de enamorarse, que trata de dotar de sentido a su vida después de haber visto la muerte muy de cerca. Hay también, por supuesto, aventuras delirantes, repletas de humor macabro y violencia a raudales, en las que encontrarán fantasmas de ultratumba e incluso un miembro de una importante familia Real poseído por el mismísimo Satanás… El primero de los tomos que edita ECC ya coloca el listón muy alto… y ahí seguirá durante toda la etapa con Ennis al frente de los guiones. Háganme caso y no se pierdan las aventuras de Constantine: descubrirán que viajar al infierno también puede ser un placer.
Puntuació: 4 out of 5 stars